Director: Nicolas Winding Refn
Año: 2013
Muchas sensaciones distintas en mí mismo al igual que cantidad de críticas dispares que pude leer antes de acudir a lo nuevo del Nicolas Winding Refn.
"Sólo Dios perdona" fue atizada con gran fuerza en el festival de Cannes en dónde muchos críticos la tildaron de ser una película cargada de violencia y pretensiones y muy vacía contenido, sin embargo también existían aquellos que la ensalzaban a lo más alto del año, pues bien, yo me quedo en mitad de camino.
Para empezar creo que a todos los que vayan a ver esta película les recomiendo por un lado no ser muy sensibles con escenas sangrientas y por otro lado y más importante no dejarse influencia en el Refn de "Drive". Personalmente cuando vi el trailer por primera vez y además conocía que Ryan Gosling volvería con el director danés, directamente lo relacione con esa brillante y elegante película setentera pero en cuanto comenzó, directamente pensé que tenia muchísimo más parecido a su "Valhalla Rising".
Al realizar esta película creo que Nicolas ha cogido un poco de una y bastante de la otra y las a mezclado en una coctelera reflejando sus rasgos más característicos a la hora de filmar; y es que no estamos hablando de un director cualquiera ya que esas características son muy drásticas. Me llama mucho la atención el poquísimo dialogo que utiliza, ya que si "Drive" era silenciosa y "Valhalla Rising" casi muda, esta vuelve a poseer esta nula y poco profunda conversación entre sus personajes, y pienso que en esta ocasión le perjudica pues en esta historia si que hubiese sido interesante profundizar un poco más en las planas personalidades que nos muestra. Junto a esto, creo que en el otro aspecto en que lo relaciono con la cinta anterior es la violencia, aunque en esta ocasión multiplicada por diez, sin embargo muy justificada aunque otros piensen que es muy gratuita.
Si la sangre y agresividad es la característica que contiene de Drive, todo lo demás es de su antepenúltimo trabajo. Winding Refn tanto en Valhalla como aquí da una escasa importancia al guión dando un insignificante hilo por donde suceden los actos, sin embargo es en la muestra o traspaso de sensaciones con el visualizador en donde pone sus cinco sentidos a la hora de crear. Es espectacular como nos muestran planos en donde el actor está fijo en la escena y con una mirada clavada a un objetivo que en ocasiones se convierte en la nada, y con una niebla de silencio acompañada de golpes sonoros consigue meternos dentro esa sensación que busca, aunque en este "Sólo Dios perdona" no consigue lograrlo de la misma manera con la que lo logró en la producción danesa, seguramente porque aunque en ambas busque lo mismo, sus argumentos son totalmente distintos, y en una travesía hacia lo desconocido y la incertidumbre es más fácil involucrar al espectador a hacer ese bagaje hacia la nada, hacia lo desconocido, hacia el vacío...(quién la haya visto sabrá que no me he vuelto loco).
Por último acabar con su música, con su ambientación orquestal, ya que como comenté antes, es un rasgo muy distintivo en las cintas de Nicolas Winding Refn y es que sin ella todas esas intenciones del danés no valdrían para nada. Cliff Martinez al igual que en "Drive", es el encargado de deleitarnos de su talento y buen tacto a la hora de plasmarlo en escena, solo hay que ver de nuevo esa escena del combate.
Sé que es una película que a pocos espectadores acostumbrados a un cine más tradicional va a gustar, pero sinceramente recomiendo visualizar unas cuantas películas de este hombre para empezar a vivir otro estilo desconocido de cine. Cuando hablamos de Lars von Trier sabemos de que hablamos, si escribo Tarantino también, o por ejemplo un ejemplo nacional, si digo Almodóvar, guste o no, distinguimos a la perfección su cine. Pues señores, es el momento de saber de Winding Refn, y si no os convence...que Dios me perdone.
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