jueves, 25 de abril de 2013

Tipos Legales


Título: Tipos Legales (Stand up Guys)

Año: 2012

Director: Fisher Stevens 


Que mejor manera de comenzar a escribir en cinedeblog que hacerlo con una película protagonizada por tres maestros como son Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin.
Tipos legales es el nombre del film que ayer acudí a ver al cine. La película ya me llamó la atención al ver su reparto, y el resultado ha sido correspondido a mi curiosidad. Cuando estaba viéndola por un momento imaginé como tres de los miembros de Reservoir Dogs se habían vuelto a encontrar tras 28 años de prisión y de separación entra ellos,  y que querían mantener o retomar ese tipo de vida que tuvieron en su día pero… la edad había dejado huella en ellos.




Imaginé esto ya que los personajes de la historia son antiguos miembros de una banda que se volvían a encontrar tras 28 años. Por un lado Val (Al Pacino), que ha estado ese tiempo en prisión, es un ya viejo, desaliñado y borracho que acompañado de una enorme barriga, cree que aún es un chaval pero el paso de las horas le va indicando que los años no pasan en balde. Por otro lado Doc (Christopher Walken), antiguo amigo y compañero de grupo de Val, es quién le recoge a la salida de la cárcel, se trata de otro viejo delincuente pero que a diferencia de su socio, él sí ha sido consciente de su envejecimiento y busca en su vida años de paz y tranquilidad basado en la pintura y en cerrar viejas heridas familiares. En un segundo plano aparece Hirsch (Alan Arkin), otro miembro de ese antiguo grupo, a quién van a buscar Val y Doc a la residencia. Se trata de un viejo con un aspecto deteriorado y con una tranquila vida en su residencia, pero con alma de seductor y modernizado joven que pese a su salud disfrutará más que nadie de una noche loca y de desenfreno.


La historia se basa en un ajuste de cuentas del pasado en el que Doc se ve obligado a matar a Val al salir de prisión, algo que en principio parece claro y sencillo, pero que tras el paso de las horas se va complicando ya que a Walken se va conmoviendo al recordar sus años de amistad y buena vida. Realmente es un reflejo de la amistad con letras mayúsculas.


No puedo decir que sea la película del año ni mucho menos, pero el pagar tu entrada de cine, sentarte en tu asiento y contemplar a estos tres, en donde Alan Arkin quizás es el más flojo, rodeados de inteligentes diálogos cargados de un picante humor  Tarantiniano sin ninguna duda merece la pena.


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