Director: Daniele Vicari
Año: 2012
No limpiéis esta sangre…y la sangre para nada fue limpiada,
todo lo contrario, fue expandida y salpicada a los ojos de los espectadores que
hemos acudido a ver la película, o esta al menos es la impresión con la que he
salido de la sala.
Se trata de una cinta dura y cargada de imágenes sangrientas
y violentas. A mí personalmente me ha molestado tanta violencia y en ocasiones
me ha angustiado, fuese real o no. En ocasiones he tenido flashbacks de “La
Pasión de Cristo” sin ser tan exagerado como esta, pero es cierto que se recrea
mucho en este tipo de arma para cargar al espectador de ira, odio e impotencia
antes semejantes crueldades. Creo que Daniele se equivoca, ya que intenta que
la sangre hable por si sola y que con ello refleje lo más próximo posible la
realidad que se vivió. A mí sin embargo lo que me hace pensar es en que cuando
algo se exagera tanto… No sé, me hubiese interesado más conocer la repercusión
que tubo esto en el mundo, o como fueron castigados y qué proceso llevo a ello
a esos policías, o qué le paso al periodista de la Gazzeta de Bologne después, como
sucede la muerte de Carlo Giuliani el cual casi ni aparece…muchos interrogantes
que no aparecen resueltos ya que es ocupado ese metraje con casi una hora de
porras contra las cabezas.
En el tema fotográfico, apenas me voy a meter, pues creo que
esta correctamente filmada, sin más, sin fallos destacables ni una gran calidad, pero en donde si quiero
meterme un poco, aunque sea breve, es en su banda sonora. Teho Teardo, es el
encargado de ella, suena muy pocas veces, pero esas pocas veces dan para
detener la película ficticiamente, y estar un par de minutos pensando en los
problemas que hay en la sociedad en general, y en la facilidad de fabricar
violencia. Digo esto porque creo que lo hacen muy bien en ese aspecto, ya que
colocan esa musicalidad sobre todo cuando la masacre ha finalizado, o por
ejemplo al final de la película como cierre de ello. Tras decir esto,
lógicamente creo que es una buena mezcla musical, en donde los resaltos de los
violines produce esa tristeza que las victimas reflejan en sus caras.
Para terminar, me gustaría resaltar una escena que sí que me
ha gustado bastante, y sin querer
spoliearla, creo que cuando salen los detenidos de la cárcel y se meten al autobús,
esa conexión de los familiares y detenidos
con tan solo miradas me parece lo mejor de la cinta.
Lo que sí es una pena es que los hechos nunca se vayan a
investigar y que encima prescriban en el 2014, por lo tanto esta película que
sirva para que realmente nunca se limpie esa sangre.
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