domingo, 19 de mayo de 2013

El Gran Gatsby


Título: El Gran Gatsby

Director: Buz Luhrmann

Año: 2013



La visualización hecha cine es el adjetivo que más se le asemeja a El Gran Gatsby. Como hiciese Baz Luhrmann en Moulin Rouge realiza una película 100% decorada y adornada de una espectacular visualización con no peores movimientos de cámara y filmación, y con una ambientación soberbia.
El Gran Gatsby es como ya se sabe una historia de amor ambientada en los años veinte en una desenfrenada Nueva York que no cesa en sus excesos, lujos y alcohol. Personalmente me ha parecido una película con altos contrastes a la hora de valorarla, hay cosas que me han fascinado y sin embargo hay otras que no me han gustado para nada.

 Sinceramente creo que el principal fallo que tiene la película es el guión. Sé que es una adaptación de un libro, pero también sé que de una historia puedes hacer una obra de arte que enganche al espectador, o algo plano y lineal que desinterese y te la haga aburrida, en este caso ocurre la segunda opción. Creo que la historia de amor comienza con buen pie, con gran misterio, pero a partir de su primer encuentro en la cita a ciegas y esa lluvia de camisas esta historia dará un bajón considerable ya que los siguientes encuentros como el de la fiesta  o en la tensa velada de té a mi por lo menos empieza a desinteresarme.
Este aspecto tan negativo para mí lo compensa con creces Baz con una manera de filmar prodigiosa, creo que él realiza escenas que quizás con otros directores, no hubiesen relumbrado de la misma manera, y es que por poner un ejemplo creo que es muy  buena la manera que nos presenta a Gatsby en la cabeza de Carey Mulligan con ese giro de cámara y el “Gatsby, ¿Qué Gatsby?” y mucho mejor la manera que nos presenta a todos a ese enigmático personaje en su primera aparición física en escena. Cierto es que esa precisión en la manera de filmar a la hora y media desaparece dando todo el protagonismo a la trama en sí. La verdad que es complicado realizar ese trabajo durante los 144 minutos que dura la película y es por ello que aunque no venga a cuento, mi admiración con la cinta de Stoker sube más aún.

Las fiestas que se producen en esa mansión, o en alguna orgía en mitad de la ciudad de Nueva York, son representadas con gran ritmo e inteligencia ya que carga la escena con una mágica y cuidada música, de la cual hablare después,  acompañando a esos bailes tan típicos y con esos trajes y vestidos tan característicos de la época consiguiendo así que esas faldas se desmelenen como también se desmelenaba la sociedad con el alcohol y con los festejos.

En cuanto al reparto creo que DiCaprio una vez más vuelve a demostrar que si tiene nombre es por algo, ya que él solo se pone la cinta a las espaldas y tira de ella. Tobey Maguire está también muy bien quitándose esa máscara de Spiderman y nos presenta al personaje de la cordura a un ciudadano trabajador que acaba cansado de tanta excentricidad. Sin embargo, aunque me duela, creo que Carey Mulligan sin estar mal, no alcanza al nivel que ella sabe dar; creo que es una perfecta actriz pero también creo que su mejor entorno lo encuentra en desgarradores dramas como Shame (su mejor actuación hasta la fecha) o en tramas más realistas, más sociales como Drive. Bien es verdad que me he quedado con la duda de si su doblaje era el de siempre, y si era así, era muy desafortunado. Para completar el reparto, Joel Edgerton no me gusta para nada, en vez de hacer el papel de un capullo, parece un pintamonas que se sale con la suya; y por último una guapísima Elizabeth Debicki, la cual no acabo de encontrarle sentido a su protagonismo, pero lo poquito que sale para mí está a la altura.

Que mejor película que esta para hablar de su “banda sonora”. Lo pongo entrecomillado ya que no es una banda sonora en concreto, sino un conjunto de canciones en su mayoría de la época actual, pero todas ellas muy bien remodeladas con tintes de la época. Entre los artistas que las cantan está Lana del Rey, el rapero André 3000 o la mismísima Beyonce, que aparte de interpretar temas suyos, nos deja impresionados con el Back to Back de la difunta Amy Winehause. La mayoría de las canciones acompañan las fiestas de la época pero realmente la música que ellos bailan en escena no corresponde con la canción que suena, o esa interpretación le doy yo, ya que creo que Craig Armstrong nos quiere decir que en momentos de fiesta y evasión de los años 20 se pueden comparar perfectamente en la época que vivimos y en todas esas fiestas que alguna vez hemos tenido, haciendo encajar música de ahora en diversiones de ayer.

La importancia de la música en esta película es notablemente importante, tanto que la cinta no se estrenó en  Diciembre ya que quisieron gastar más tiempo en ella, trabajó que atrasó todo cuatro meses más tarde.
No salgo para nada descontento por la cinta, ya que cuando pagas por algo y aunque ese algo no me haya convencido al 100% ofrece cosas, siempre es una buena inversión, y la estética es mucho. El metraje quizás un poco excesivo, aunque para nada se hace largo, pero sí que influye para que el guión pierda fuerza. La película es una montaña rusa ya que comienza con fuerza y la mantiene durante una hora, después se viene un poco hacia abajo para despegar de nuevo al final y concluirla  con una bonita narración de Tobey.
Si de algo está repleto el cine a día de hoy es de películas que no tienen nada que ofrecer y decir, de zombis que vagan y se enamoran en la sociedad actual, de vampiros melancólicos que remueven a cualquier ser viviente y de montones y montones de minutos tirados con películas de un esfuerzo nulo, es por esto por lo que cuando aparecen cosas como El Gran Gatsby merece la pena ir a verla te acabe gustando o no, como poco te quedarás con la sensación de rabia por no haberla podido apreciar como algo más, pero el decir, buena película lo podrás decir siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario